Los ataques se han producido contra zonas chiíes. La Policía ha encontrado y desactivado otros dos artefactos explosivos.
Al menos 25 personas han muerto y 69 han resultado heridas este jueves como consecuencia de una nueva oleada de atentados con bomba contra zonas mayoritariamente chiíes de la capital de Irak, Bagdad, según un nuevo balance procedente de fuentes policiales y hospitalarias.
Por una parte, diez personas han muerto y 37 han resultado heridas como consecuencia de la explosión de dos bombas en el distrito de Ciudad Sadr, en el noreste de la capital. Un explosivo había sido colocado en una motocicleta aparcada y el otro era una bomba artesanal plantada junto a una carretera.
Por otra, al menos 15 personas han muerto y 32 han resultado heridas a causa de la explosión de dos coches bomba en Kadhimiya, un distrito del noroeste de Bagdad cuya población es también mayoritariamente chií, según un nuevo balance policial. Aparte, la Policía ha hallado y desactivado otros dos explosivos en la capital.
Aumenta la violencia religiosa
La nueva oleada de atentados se ha producido en pleno recrudecimiento de la violencia religiosa, después de que Nuri al Maliki ordenase, el pasado 18 de diciembre, la detención de un vicepresidente suní, Tareq al Hashemi, y solicitase al Parlamento el cese de su viceprimer ministro, el también suní Salé al Mutlaq.
Cuatro días más tarde, y muy pocas fechas después de la salida de las tropas estadounidenses de Irak, al menos 72 personas murieron a causa de una serie de atentados contra objetivos chiíes en Bagdad y alrededores.